domingo, 26 de septiembre de 2010

palabras de luz

Recuerdo aquel trece de enero como si fuera hoy. Recuerdo como la vida pasaba delante de mi nublada visión y tan solo era capaz de esperar que llegara el tren que perdí o quizás un tren fantasma que nunca llegará. Recuerdo que estaba solo en la estación, tenía un billete, un trozo de papel que me encadenaba a un viaje seguro pero ¿porque era incapaz de poder decidir por mí mismo? ¿Porque no distinguía entre mis deseos i mis fantasías (o esperanzas)? Puede ser porque los seres humanos estemos limitados por nuestras experiencias; son la prisión de nuestra conciencia pero al final el alma humana siempre buscará la verdad y no encontrará más que los trozos de un billete, roto por miedo, roto como mil sueños quebrados en el agua de agosto. Partículas de papel que solo quieren que tu cuerpo y tu alma estén solos, ¿es la solución? No lo sé pero que bien sabe esa sensación. Que descansen para siempre y si no puede ser al menos que lo hagan durante el tiempo suficiente para que todo el hielo esté fundido, mientras estos pensamientos dominaban mi mente un ágil destello provocó que me levantara de mi asiento. Podía ser el guarda de la estación. No, no era él, tampoco era una persona que hubiese visto anteriormente y tampoco parecía un criminal, de repente empezó a hablarme

-¿Porque rompiste el billete que te sacará de ese agujero infernal?

-no lo sé, pero mi fuerza desapareció, al igual que las lluvias al entrar en mi rincón.

-¿crees que esconderte y dejar pasar la vida será la solución? ¿De qué sirve una solución si no te importa nada que solucionar?

-no quiero esconderme, ¿pero qué otra opción me queda? Quiero solucionar, quiero olvidar y que todo vuelva a la normalidad pero ¿cómo?

-aun tienes una opción, la de cambiar el mundo, la de pintar sonrisas en las lagrimas… tienes la oportunidad de vivir, no la malgastes echando tus últimas oportunidades en un pozo sin fondo.

- es fácil hablar, cuando la vida te sonríe, es fácil dar consejos y difícil ponerlos en práctica…

-si, no voy a negar que la vida me sonría, ¿pero has olvidado que a ti también te ilumina cada mañana? ¿Has olvidado que tienes un mundo que abandonaste para descubrir nuevos horizontes? Quizás todo esto no sea suficiente para aclarar las dudas, quizás tengas que indagar en el pasado para recordar lo que querías y mirar en el presente y preguntarte ¿porque si las cosas no han cambiado tu no das el paso?

-la vida no sonrió en mi sombra, como mucho pude maquillar sus tenues rayos para que parecieran menos profundos. La gente cambia con el tiempo, con las acciones… con la vida.

-las cosas realmente importantes siguen ahí, puede que no las veas, pero lo importante es invisible para el hombre.
-¿crees que puede ser eso importante? ¿No sufro por perderlo?

-¿quien dijo que las cosas realmente importantes duelan? ¿Si es importante no deberá servir para que te erijas sobre unos fundamentos?

-nadie dice lo que son las cosas, pero si sufres será por algo.¿Qué importancia tienen los fundamentos si estos se construyen con cartón?

- no sabes la verdad que tienen tus palabras, no puedes llegar a adivinar lo que guardas dentro de ti, no malgastes ese potencial escondiéndote por miedo a sufrir, a vivir de nuevo. Como tú dices: -si vivimos es porque tenemos miedo de la muerte, entonces ¿porque nos escondemos, tendremos también miedo a la vida?

-nadie dijo que tuviera miedo a la muerte.

-entonces ¿a qué tienes miedo? ¿A la vida? ¿A la gente que te aprecia y a la que aprecias? ¿A todos los que lucharon por ti? ¿O puede que tengas miedo de ti mismo? ¿Que no quieras causar más dolor en tu interior y en el de los demás?

-puede ser que no desee mas heridas, pueden ser tantas cosas…

- no te has parado a pensar que tus manos no provocaron más sangre que la que salía de ellas por luchar por lo que querías, por construir castillos y crear sueños dentro.Tus acciones no fueron errores, mucha gente querría sentirse arropada cada noche con la manta que tinto la sangre en la arena.

-la gente, ¿que mas da la gente? Es solo un grupo, un colectivo, una nada inmensa. Y para un individuo solitario esas cosas carecen de significado.

-cambia a la gente por esa persona que espera a cada segundo que le llames, por esa vida que estuvo siempre y que calentaba lo que el frió intentaba congelar.

-sabes ya que no quiero más sufrimiento

-¿sufrimiento?¿Pero no ha sido siempre algo especial para ti?

-Si

-has dicho que no quieres más dolor, y la persona que curó gran parte de tus heridas, esas personas, porque no son solo una, ¿merecen sufrir?

-no, tienes razón. ¿Pero qué puedo hacer yo?

- simplemente renace, se el fénix que una vez vi volar, surca los cielos y cuando tus cenizas caigan a la tierra renace y vuelve a alzarte, yo sé que lo harás, podré ver un lugar hermoso allí donde emprendiste tu vuelo.

-gracias por todo

-no debes darme las gracias

-¿puedo pedirte un último favor?

-claro

-dime tu nombre

-ya lo descubrirás por ti mismo, ya sabrás quien fui si esta conversa sirvió de algo.

Sonrió y allí, en aquel anden, esa imagen translucida con la que hable desvaneció de la misma forma con la que había aparecido y en su lugar se encontraba un pequeño ticket, ¿sería posible? sinceramente no lo sé pero aquello era magia y si no fue así poco falto. Lo recogí del suelo y me senté a esperar el primer tren pero ahora todo era diferente, desde hacía mucho tiempo no sentía ese calor en mí, eran las ganas de vivir, de correr de ver solo agua en los ríos, de sentir únicamente la vida en su grandeza. Volvieron las ganas de desear todo, pero los caminos que se han de emprender en estos momentos necesitan algo más que ganas…Pero era feliz, había vuelto a nacer y seria cosa del tiempo que consiguiera lo que en estos momentos carecía en mi interior para retornar. Estas eran las palabras que se adueñaron de mi mente mientras miraba el paisaje desde un cristal y no dejaba de mirar al cielo y de sonreír.

-gracias, gracias por todo.

Eran los murmullos que salían de mi boca y un abuelo sentado frente mío replicó:

-de nada muchacho.

Y empecemos a reír los dos, porque esta es la magia de la vida, esos segundos que crean la felicidad, esos instantes que vale la pena redescubrir, y que no sabes porque pero hacen que vuelvas a volar, a disfrutar, a vivir…

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